Actinomycetes

Las asociaciones mutualistas son un tipo de simbiosis donde los individuos que interactúan obtienen un beneficio. Debido a la prominencia de este tipo de relaciones, no es de extrañarse que las zompopas hayan mutualismos no solamente con el hongo que cultivan para sustentar a la colonia, sino también con otros microorganismos. Debido a que dentro de la colonia existe una diversa microbiota, entre la cual existen algunos microhongos parásitos capaces de arrasar con los jardines fúngicos del simbionte, como es el caso de Escovopsis, las zompopas se han asociado con bacterias las cuales les permitan controlar la proliferación de este hongo deletéreo.

La interacción mutualista para el control de hongos parásitos como Escovopsis se ha demostrado que está asociada con las hormigas y no con el hongo simbionte. Esto se evidenció al eliminar las hormigas de las colonias cuyos jardines fúngicos estaban infectados por Escovopsis y observar que el parásito se desarrollaba sin control. De estas observaciones se llegó a la conclusión que tenía que existir un organismo mutualista asociado a las hormigas, a tal punto que habitara en ellas, y que el control de parásitos como Escovopsis era un proceso coordinado entre las labores de mantenimiento realizadas por las hormigas trabajadores y con la cooperación de este nuevo mutualista.

La presencia de un microorganismo identificado en la cutícula de las hormigas, en regiones anatómicas específicas dependiendo del attinido (tribu a la que pertenecen las zompopas) fue el siguiente paso en la determinación de este mutualista. Posteriormente, este organismo identificado como perteneciente al género de bacterias filamentosas Pseudonocardia, las cuales pertenecen al orden de los Actinomycetes, y cuya transferencia es vertical (de la reina a su progenie). La distribución anatómica de los puntos donde se alojan las bacterias es variable a nivel de las especies de hormigas. Sin embargo se pueden apreciar como parches blancos en el cuerpo de las hormigas. De estos sitios las bacterias se desarrollan y secretan antibióticos que han resultado ser potentes inhibidores en el desarrollo de Escovopsis.

Además de Pseudonocardia, en otros análisis que buscaban microorganismos relacionados con las colonias de hormigas cortadoras de hojas se identificó la presencia de una cepa de Streptomyces, otro Actinomycete. Estas bacterias son reconocidas por la gran cantidad de antimicoticos provenientes de ellas. En el caso de la colonia de hormigas, se observó que esta cepa producía un compuesto denominado candicidina, el cual se desempeñaba como un potente inhibidor de Escovopsis. Es de gran interés notar que tanto los antimicoticos producidos por Pseudonocardia como Streptomyces, no presentan efectos negativos sobre el desarrollo del hongo simbionte. Sus efectos se limitan solamente a patógenos del jardín fúngico como Escovopsis y no afectan al jardín per se.